España registra al año, de media, medio millón de accidentes laborales con baja, de los que cuales cerca de 70.000 corresponden a accidentes de tráfico, un dato que no ha dejado de aumentar desde 2013 y que, según advierte un estudio del RACE, ya se encuentra en niveles anteriores a 2010. Además, estos siniestros viales, cuando son mortales, cuestan de media al país cerca de 2.000 millones de euros.
Así lo pone de manifiesto el ‘I Informe sobre la Seguridad Vial Laboral en España’, realizado por el Real Automóvil Club de España (RACE), en colaboración con GAD3, elaborado a partir de datos del Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Dirección General de Tráfico (DGT), la Comisión Europea y EUROSTAT.
El informe atribuye este ascenso de la accidentalidad vial laboral a «una mejor tasa de empleo y mejores resultados en la actividad económica», a lo que se suma otro factor, que «el parque de vehículos en circulación no ha crecido en las mismas proporciones».
A lo largo de la serie temporal estudiada (de 2008 a 2018), los accidentes viales laborales representan entre un 11% y un 12% del total de siniestros laborales ocurridos en España, siendo el primer factor de mortalidad entre los accidentes laborales (38% del total).

En cuanto a 2018, un total de 249 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico laborales. Según el estudio, el perfil con más riesgo de sufrir un siniestro de este tipo es el de mujeres entre 16 y 29 años en los accidentes ‘in itinere’ (aquellos que se producen desplazándose desde y hasta el lugar de trabajo y que suponen el 70% del total), y hombres entre 16 y 29 años en los accidentes ‘en misión’ (los producidos durante la jornada laboral).

Además, se producen más accidentes yendo al trabajo (64%) que volviendo de él, y destaca que es más probable que una persona sufra un accidente si lleva poco tiempo trabajando en la empresa (menos de 6 meses) y si la compañía es grande (más de 250 trabajadores).

El informe también destaca que otro «gran daño» que provocan este tipo de accidentes es el económico, ya que las bajas por accidentes viales laborales han supuesto, de media en los últimos nueve años, cerca de 2.000 millones de euros a la sociedad, de los que 100,6 millones al año son una carga para la Seguridad Social.

Por tipo de accidente, el coste medio de cada siniestro leve que ha producido una baja asciende a 17.900 euros, por 237.800 euros el grave y casi dos millones en caso de ser mortal. Los costes engloban gastos médicos y de rehabilitación, servicios judiciales, de emergencia, daños materiales y pérdidas de producción.

LA MOTO, EL VEHÍCULO MÁS PELIGROSO

En cuanto a tipo de vehículo, el estudio del RACE señala que el 54% de trabajadores que sufrieron un accidente vial laboral conducía un coche, mientras que un 23% (uno de cada cuatro) conducía una moto, una cifra seis veces superior a lo que debería corresponderle estadísticamente por uso, siendo el tipo de vehículo más peligroso.

Respecto al 13% de los trabajadores que utiliza transporte público, la proporción de siniestralidad en este medio es inferior al 1%, por lo que la probabilidad de sufrir un accidente vial laboral, según destaca el RACE, en este tipo de transporte es «prácticamente nula».

Para el documento, se han realizado, además, encuestas a más de 2.000 personas. Según las respuestas de los encuestados, se concluye que el 93% de los españoles deben desplazarse para desarrollar su actividad profesional, de los que el 77% utilizan un vehículo a motor privado, recorren 10 kilómetros de media en el traslado al puesto de trabajo y tardan una media de 28 minutos en completar su trayecto.

Según las estadísticas oficiales recogidas por el informe, el momento más peligroso es el martes entre las 8.00 y las 9.00 de la mañana, la peor estación es otoño y las comunidades utónomas con mayor tasa de accidentes por cada 100.000 habitantes son Andalucía (414,3), Cataluña (386,4) y Murcia (375,8). Las de menor tasa son Castilla-La Mancha (158,2), Extremadura (192,4) y La Rioja (233,8).

LAS EMPRESAS CULPAN A LOS TRABAJADORES

De las 2.000 encuestas realizadas, se incluyen 300 responsables de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) en empresas españolas, cuyas respuestas, según el RACE, «se encuentran bastante distanciadas de la realidad» en lo que se refiere al estado de la Seguridad Vial Laboral.

En este sentido, dos de cada tres consideran que ha ‘mejorado’ en los últimos años, cuando los números muestran una clara tendencia negativa. Además, sólo el 27% de los trabajadores reciben formación vial, frente a un 60% que sí son formados ante el riesgo de incendios y evacuaciones.

Además, el 78% de los responsables de PRL encuestados exoneran a las empresas de los siniestros ocurridos ‘in itinere’, culpando a los propios trabajadores e, indirectamente, a la DGT. Los motivos de los accidentes son, para las empresas, las prisas (98%), las distracciones –sobre todo el uso del móvil– (95%) y el hecho de no respetar las normas de circulación (95%).

Como medidas para reducir los accidentes ‘in itinere’ por parte de las empresas, destacan la formación en materia de seguridad vial (85%), la prevención de riesgos dentro de la empresa (82%) y el fomento del teletrabajo (76%).

Cuando se trata de los trabajadores, los que trabajan para terceros piensan que el estrés y las prisas (72%), así como el cansancio (67%) y el uso del móvil (66%) son los principales motivos de accidente. Los que trabajan por cuenta propia (autónomos) coinciden en los dos primeros factores (83% en ambos),  mientras que colocan en tercer lugar de peligrosidad de las jornadas laborales largas (73%).

Ambos tipos de trabajadores se ponen también de acuerdo a la hora de señalar la medida más necesaria en materia de prevención: ayudas para la revisión y el mantenimiento de los vehículos, con un 77% y un 84%, respectivamente. Para los trabajadores por cuenta ajena, la segunda ayuda debería ser para el transporte público (77%) y el fomento del teletrabajo (72%) en tercer lugar. Por su parte, los autónomos anteponen el hecho de equiparar los vehículos con mejores sistemas de seguridad (80%) y las ayudas para tener vehículos con asistentes de conducción (77%).

Fuente, EUROPA PRESS .