Durante la jornada ‘2021, El año de los fabricantes de muebles: Cómo surfear la ola sin dejar pasar las oportunidades’, organizada conjuntamente entre ANIEME y la consultora Improven, se ha señalado a 2021 como el año del sector del mueble. La actual situación que vivimos ha acelerado de forma exponencial el foco por el sector, motivado por la necesidad de estar mucho más tiempo en casa

Desde 2004, el sector del mueble ha reducido un 50% el número de empresas fabricantes, de 14.204 entonces a 6.775 en 2019. 2020 ha sido la primera vez en casi quince años que este sector ha crecido en cuanto a número de empresas. Y es que, por un lado, a nivel mundial, el sector del home furnishing& DIY (Do ItYourself), es el que más crecimiento ha experimentado en el canal ecommerce, con un aumento del 120% en el último año, incluso por delante del sector textil. “El hogar ha pasado a ser el segundo sector en consumo y la previsión del mercado es que el perfil de hogares potenciales de alta capacidad adquisitiva llegue a triplicarse en algunos mercados traccionado principalmente en el segmento Premium”, ha señalado Sergio Gordillo, socio director de Improven.

De hecho, esta tendencia se ha acentuado con la pandemia porque, en los últimos años, el sector del mueble se ha caracterizado por su concentración (menos empresas, pero más grandes), la entrada en el mercado de grandes multinacionales y referentes de otros sectores (cerámica, baño…), la relación más estrecha fabricante-cliente debido a la reducción de los intermediarios, mayor personalización del producto con asesoramiento integral al cliente y la introducción de nuevas tecnologías en los procesos de fabricación e incremento de la venta on-line. “Se plantea en este momento un nuevo escenario post-Covid que pasa por el ocio en casa, teletrabajo, espacios abiertos dentro del hogar, más reformas para disfrutar de la casa”.

¿Qué cambios sociales van a tener impacto en el sector del mueble? Los expertos de Improven lo tienen claro: en primer lugar la omnicanalidad: “el mueble ha entrado en el ‘carrito’ de la compra on-line y ha venido para quedarse, puesto que en 2020 el 14% de los consumidores compraron muebles a través de internet, con un importe medio de gasto de 305 euros”, ha señalado Guillermo Prats. El consumidor ha perdido el miedo a desembolsar grandes cantidades en el compra on-line y los productos voluminosos han ganado peso en plataformas como Amazon, por su alto valor y bajo coste logístico.

Además, es relevante la reconsideración precio/valor, en un contexto económico que se avecina difícil (crisis económica a la vista), más competencia en él con otros gastos (ocio, viajes, restauración, etc) y un consumidor cada vez más ‘experto’: la compra es muy meditada y racional. En este sentido, según Prats “el sector del mueble debe reflexionar sobre los costes de producción y poner el foco en lo que es más rentable”.

Del mismo modo, la velocidad y conocimiento del cliente, es el nuevo ‘petróleo’, puesto que los comportamientos de compra han cambiado mucho y el cliente se ha vuelto muy caprichoso y se mueve por impulsos de compra. “No podemos delegar el conocimiento del cliente, su personalidad, sus gustos… en definitiva, tener información sobre él es vital y por eso el big data y tener cuanta más información se ha convertido en el objetivo principal del sector”.

LA CLAVE: LA CADENA DE SUMINISTRO

Prats ha destacado también cuáles son los principales cambios en la cadena de suministro: Primero, asegurarla, ya que existen muchos riesgos y hay que diversificarlos, buscar nuevas oportunidades y proveedores. En segundo lugar, tener rapidez en el servicio, ya que el cliente cada vez espera menos y hay que tener un buen control de stocks y más puntos de distribución para ser ágiles y reducir plazos de entrega.

Por otra parte, cada fabricante debe de tener una correcta coordinación interna y contar con previsiones de ventas reales, buena planificación de las compras, trabajar bien el aprovisionamiento tener la logística y recursos humanos adecuados.

(Fuente: Madera Sostenible).